Antigua iglesia parroquial del despoblado de Villanueva de Tozara; luego, ermita de San Polo. De puro estilo mudéjar, posiblemente del siglo XII-XIII. Con la despoblación de Villanueva de Tozara, el templo continuó prestando servicios religiosos, aunque ya no como iglesia, sino como ermita. En el último tercio del siglo XVII es probable que se procediera a una restauración o reforma, según se desprende de la inscripción grabada en el revestimiento de una de las paredes conservadas, en la que puede leerse «Año 1670». La tradición sostiene que perdió su uso religioso en el siglo XIX, cuando pasó a manos privadas, y que algunos de sus bienes fueron llevados a la iglesia parroquial de Villa del Prado, caso de su campana y de una talla de San Polo. En su alrededor hay abundantes restos de cerámica y vidrio antiguos.
Es un edificio cuadrado, robusto, realizado en tapial, hormigón antiguo y mampostería. Hoy en día solo quedan en pie restos de muros, una pared lateral completa con una preciosa portada gótico–mudéjar, que consta de un arco de herradura ojival con las jambas escalonadas y ciertos adornos de ladrillo que la enriquecen notablemente.
Otro
En ruinas. Expoliada.
Ruina progresiva por total abandono.