La ermita de la Caridad tiene su origen en el año 1525, gracias al décimo señor de Fernán Núñez, Alonso Gutiérrez de los Ríos y Venegas, quien mandó construir la capilla de Santa Ana en el solar de la actual ermita. Unas décadas después, en 1558, se constituiría la Cofradía de la Santa Caridad, cuyos estatutos fueron aprobados en 1561 por el Obispo de Córdoba, Don Diego de Ávila y Esquivel. En este punto encontramos el origen del primitivo Hospicio y Hospital de la Caridad, lugar en el que se atendían a los enfermos y peregrinos. La desvinculación de la casa de Fernán Núñez en los años sucesivos hizo que fuese la Cofradía la encargada de mantener las funciones del edificio, clausurando la actividad a finales del siglo XVII.
Sería en 1688 cuando Fray Diego de Córdoba, franciscano de la localidad vecina de Montilla, solicitase al Cardenal Salazar la apertura de un hospicio en Fernán Núñez, con el consentimiento y financiación del III Conde de Fernán Núñez, Francisco Gutiérrez de los Ríos. Esta nueva institución utilizaría la antigua construcción del Hospital de Santa Ana, que tomó el nuevo nombre de Hospital de la Salud, aunque debido a que su iglesia fue sede de la Cofradía de la Caridad, su nombre popular siempre fue el de Hospital de la Caridad.
Tras la muerte del III Conde de Fernán Núñez en 1721, el Hospital de la Salud, que seguía conociéndose popularmente como Hospital de la Caridad, comenzó a reducir su funcionamiento. Sería en 1753 cuando el Concejo Municipal solicitase a Francisco de Cepeda, tutor del futuro VI Conde de Fernán Núñez, Carlos José Gutiérrez de los Ríos, los permisos y ayuda necesarios para recuperar el funcionamiento del Hospicio, que seguiría estando regido por los franciscanos de Montilla. En 1785 una gran epidemia de peste asoló Fernán Núñez, lo que contribuyó al aumento de la necesidad de un hospital para ayudar a los enfermos y la consecuente reducción de espacio en los camposantos. Ante esta situación el VI Conde de Fernán Núñez decide remodelar el antiguo hospital, respetando en todo momento la traza de su antigua iglesia. Tras esta piadosa iniciativa de Carlos José Gutiérrez de los Ríos, el Hospital de la Caridad no tuvo ninguna obra mayor en el resto de su historia, desapareciendo la labor asistencial de la Cofradía de la Caridad en los últimos años del siglo XVIII, que pasó a ser de penitencia, y manteniendo la función de hospicio los hermanos franciscanos hasta finales del siglo XIX. Los diferentes acontecimientos que sucedieron en España a comienzos del siglo XX, junto con el incendio de la iglesia de la Caridad durante la Guerra Civil, hicieron que el templo perdiera gran parte de sus elementos originales, siendo reconstruido a mediados de siglo.
La edificación del siglo XVIII, tras un hundimiento en 1965, fue reconstruida, manteniendo la estructura del templo anterior. La fachada exterior es sencilla, coronada con una espada de dos arcos de campanas con frontón triangular sobre un soporte curvilíneo en el paño frontal, al que da luz un amplio ojo de buey circular. Debajo encontramos portada de frontis cortado, con una pequeña hornacina en el centro coronada por una cruz, sostenida por pilares verticales, que engloban la puerta de forma muy regular y clásica. En el lateral derecho de esta ermita se encuentra un solar vacío, donde se ubicaban las dependencias del antiguo hospital y se conservan actualmente restos de esas construcciones aledañas al templo. En el interior de la templo observamos una planta rectangular, cubierta hasta la cúpula que antecede a la cabecera por una bóveda rebajada, sustentada por pilastras y decorada con numerosas molduras. La cúpula, de media naranja, presenta cuatro pechinas sencillas, decorada una de ellas con un altorrelieve de San Juan Evangelista. En el frontal de la cabecera se encuentra el camarín del templo, al cual se accede por un semisótano.
Arquitectura de valor patrimonial según la Base de Datos del Patrimonio Inmueble de Andalucía del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (SIPHA). Protección estructura (Nivel 2) en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Desde 1965, y debido quizás a la falta de recursos que avalaran una serie de actuaciones que favorecieran su conservación, la ermita presenta un estado de ruina, con el deterioro de sus techumbres, elementos estructurales y ornamentales. El estado de conservación del edificio es muy deficiente. La construcción muestra graves daños estructurales, observándose los más graves en las techumbres al exterior, y en la bóveda y la cúpula interior. Los daños en los muros también son visibles, permitiendo la entrada de humedad y aves que perjudican la conservación del edificio. En conjunto, el templo posee un enorme riesgo de derrumbe, con la consecuente ruina del mismo.
La ermita de la Caridad de Fernán Núñez es un bien cultural que ha sido testimonio vivo de la historia de Fernán Núñez desde comienzos del siglo XVI a la actualidad. A pesar de su deficiente estado de conservación, y de las numerosas reformas e intervenciones que ha sufrido a lo largo de los siglos, es un edificio ubicado en el casco histórico de la localidad cuyo potencial como herramienta de conocimiento de la historia de Fernán Núñez a través de sus valores patrimoniales es inmenso. La principal razón es que la ermita de la Caridad está amenazada por un grave riesgo de destrucción y pérdida irreversible de sus valores patrimoniales, cumpliendo con los criterios de inclusión de la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra.
2018
Denuncian el estado de ruina de una ermita del siglo XVI y reclaman su restauración, Cordopolis, 19 de octubre.
Enlaces
Ermita de la Caridad, Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía (IAPH)
Ermita Hospital de la Caridad. Ayuntamiento de Fernán Núñez.
Bibliografía
Crespín Cuesta, Francisco. Piedras y Cruces, Fernán Núñez, 1982.
Crespín Cuesta, Francisco. Historia de la Villa de Fernán Núñez, Colección de Estudios Cordobeses nº 160, Córdoba, 1994.
VV.AA. Catálogo artístico y monumental de la provincia de Córdoba, v. III, Córdoba, 1985.