La ermita de Nuestra Señora de la Consolación fue seguramente edificada aprovechando restos del Hospital de Santa María de los Caballeros del Castillo. A partir de 1605 fue la sede de la Cofradía de Nuestra Señora de la Consolación también llamada Cofradía de los Barberos. En el año 1803, contaba con una hospedería, según el plano de los ingenieros militares José de Gabriel y Estenoz y José Fuentes Cruz.
La ermita de Nuestra Señora del Rosario fue, según los datos documentales conocidos, anterior. Albergaba en 1560 la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario o de los Morenos del Castillo (fundada por esclavos africanos), otros autores señalan el inicio de esta Cofradía entre 1526 y 1548.
Ambas ermitas contaron con viviendas para los ermitaños y hospedería para los peregrinos, sufriendo devastación durante la Guerra de la Independencia y posteriormente siendo abandonadas. En 1821 se utilizaron como cementerio hasta que con la militarización de la Alcazaba en 1846 se destinaron a polvorín. En alguna fecha indeterminada (en la primera mitad del siglo XX) perdieron su carácter militar y fueron aprovechadas como viviendas hasta su total abandono en 1965.
Consideramos ambas ermitas como parte de un conjunto debido a su situación, a su origen y a su finalidad.
La ermita de Nuestra Señora de la Consolación parece indicar ser del siglo XVI debido a su ubicación y la disposición de sus habitaciones. El acceso al recinto se hacía por una puerta enmarcada por un arco en ladrillo (de clara influencia mudéjar) que aún se mantiene en pie. Se conservan parte de los muros de su nave principal (de ancho aproximado 25 metros) y aprovecha un torreón anterior reforzado con sillares en las esquinas. Este torreón posiblemente fue una de las torres más altas de la alcazaba, pero está muy deteriorado, ha perdido la habitación que estaba a la altura del adarve, la terraza, todo el parapeto almenado y el arco que la unía con la muralla. Según las últimas investigaciones esta torre tuvo dos fases: almorávide y posteriormente los almohades revistieron la obra de tapia y la utilizaron para reforzar el flanco norte de la alcazaba. En él se ubicaba el Altar Mayor. Aún se pueden ver restos de las pinturas que lo adornan y los nichos de enterramientos.
En el caso de la ermita de Nuestra Señora del Rosario, situada frente a la Puerta de Carros, de su nave inicial se conserva solo una parte y el ábside semicircular, tapiadas para evitar su total deterioro.
Dentro de la alcazaba de protección BIC
Ambas en ruinas y abandono. Derrumbes recientes en 2010 y en 2018. En la actualidad pequeños derrumbes sucesivos.
Pese a las repetidas peticiones de las asociaciones cívicas ni la administración local ni autonómica han hecho nada por su recuperación. La Junta de Extremadura anunció que sacaría el proyecto de rehabilitación a concurso sin que hasta la fecha se haya iniciado.