Estación de ferrocarril de Palacios del Sil

PATRIMONIO INDUSTRIAL, Patrimonio industrial

Información general

Historia:

El ferrocarril de Ponferrada a Villablino fue impulsado por el Ministro Francisco Cambó para promover la explotación de los yacimientos de carbón del valle del Sil, en el contexto de la I Guerra Mundial. Financiado por capitalistas vascos y madrileños agrupados en la Sociedad Anónima Minero Siderúrgica de Ponferrada, el ferrocarril se construyó entre 1918 y 1919, en medio de la pandemia de gripe española, en un tiempo récord, diez meses y medio, y empleó a más de 3.000 trabajadores provenientes de todo el país.

Inaugurado en 1919, esta línea enlazaba las localidades del Alto Sil desde Ponferrada a Villablino a través de una línea de ancho métrico, y daba servicio a numerosas empresas mineras a través de cargaderos de mineral particulares. La línea Ponferrada-Villablino destacó por ser la última línea de Occidente en la que se utilizaron locomotoras de vapor. Las locomotoras Baldwin y Krauss, traídas en 1919 desde Filadelfia (EE.UU) y Alemania, se mantendrían en uso hasta la década de 1980.

La creciente demanda de tráfico y viajeros en la línea obligó a la ampliación y mejora de las modestas instalaciones ferroviarias desde las primeras décadas de funcionamiento; cambios que también se vieron forzados por la construcción de embalses en la cuenca del Sil. El cierre del servicio de viajeros en la década de 1980 llevó al progresivo abandono de las antiguas estaciones, muelles y apeaderos.

Descripción:

La estación de Palacios del Sil constituye el único ejemplo de las antiguas estaciones del ferrocarril de Ponferrada-Villablino. Se trata de un modesto edificio de una única planta situado en la margen izquierda del Sil, junto la carretera de Matalavilla, algo distante de la población.

Está caracterizada por vanos rematados con arcos de medio punto. La fachada al andén presenta el característico hastial con letrero desplegado sobre los vanos centrales que, junto al mirador del jefe de estación, conformaba la estampa clásica de las estaciones de la línea Ponferrada-Villablino. La fachada norte aloja los accesos a los aseos y conserva el letrero histórico, en letras modernista de color añil a juego con la moldura que remata esquinas y perfila el encuentro con el tejado de estructura de madera y cubierta de pizarra. Inmediata a la estación se reconocen los cimientos del antiguo muelle de mercancías.

La estación de Palacios del Sil se sitúa en un pintoresco paraje rodeada de prados y abrazada por montañas cubiertas de bosque. El acceso desde la localidad se realiza a través del puente medieval inmediato a la ermita de San Antolín. En este trayecto se pueden apreciar otros elementos de la línea como el pontón que salva el camino de acceso al camposanto, el puente metálico sobre el río Sil, o el paso a nivel inmediato a las casas de labranza.

El deterioro de estas instalaciones se ha visto agravado en la última década tras el cese de las actividades ferroviarias y la quiebra de la compañía concesionaria. Se ha sucedido actos vandálicos, incendios, y ha crecido el pillaje de material metálico.

Grado de protección legal:

Sin protección específica

Estado de conservación:

Amenaza de ruina. Avanzado estado de deterioro, agravado tras los últimos actos vandálicos. El deterioro de la cubierta puede derivar en el colapso estructural.