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Fortificación Vallespín

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PATRIMONIO MILITAR, Fuertes o construcciones militares históricas

Información general

Historia:

Durante la segunda mitad del siglo XIX, la defensa del territorio se fundamentaba en la creación de campos atrincherados, siendo los elementos de fortificación más importantes en ellos los grandes fuertes dotados de baterías acasamatadas, a barbeta o bajo cúpula, rodeadas por un camino cubierto para infantería y por un foso flanqueado mediante caponeras o cofres de contraescarpa. Las construcciones de este tipo realizadas en Guipúzcoa quedaron obsoletas muy pocos años después de su construcción, forzando a la paralización a principios del siglo XX de las obras del Campo atrincherado de Oyarzun. Del mismo se finalizaron únicamente los fuertes de San Marcos, Txoritokieta y Guadalupe, abandonando en la fase de excavación los trabajos del fuerte de Erlaitz. El conjunto de fuertes construidos pasaría a denominarse Posición Barrera de Oyarzun.

La aparición de la aviación militar y la mejora de la artillería, acaecidas a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, forzaron a diseñar nuevas fortificaciones, basadas en el empleo de numerosos elementos de pequeño tamaño confeccionados con hormigón armado; dispersos por el territorio, pero unidos en ocasiones entre sí mediante comunicaciones subterráneas.
Su distribución espacial permitiría el apoyo mutuo y estarían complementadas por campos alambrados y/o minados. Esta técnica de fortificación se extenderá por todo Europa: Francia (línea Maginot), Alemania (línea Sigfried y la implantación en las costas de Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Dinamarca y Noruega del Muro Atlántico), Reino Unido (General Headquarters Line), Finlandia (línea Mannerheim), Grecia (línea Metaxas), Rusia (línea Stalin), Italia (línea Gótica), etc. Bien es cierto que todas las líneas de fortificaciones citadas no tienen características uniformes, ya que deben adaptarse a circunstancias territoriales, económicas, políticas y geoestratégicas muy diferentes.

En España también se difundió la nueva forma de fortificar, centrándose principalmente -sin considerar las fortificaciones levantadas durante la Guerra Civil- en la impermeabilización de los Pirineos y en la fortificación del entorno de Gibraltar, siendo impulsado su desarrollo por los acontecimientos vinculados con el final de la Guerra Civil en 1939 y con la II Guerra Mundial. Las autoridades militares de la Dictadura organizaron prontamente la fortificación de la frontera pirenaica y el despliegue en ella de fuerzas policiales y militares. Las circunstancias que impulsaron a tomar tales medidas responden a un cúmulo de complejas circunstancias que intentaremos sintetizar brevemente. No habían transcurrido seis meses desde el inicio de las hostilidades de la Guerra Civil (1936-39) cuando las nuevas autoridades militares dictaron algunas disposiciones con relación a la impermeabilización de la frontera hispano-francesa en la zona que controlaban (Guipúzcoa, Navarra y oeste de Huesca, en 1936; este de Huesca y oeste de Lérida, a finales de 1938, y resto de Cataluña, 1939).

Descripción:

La fortificación se compone de tres zonas: de vanguardia, principal y de retaguardia. La tipología de las obras establece la existencia de: sub-elementos tácticos, fortines, obras de enlace para máquinas automáticas, obras anti-tanques, puestos de observación, puestos de mando, cuarteles generales, casamatas para artillería ligera, trabajos para artillería, locales para registro de fogonazos y ruidos. Igualmente se tienen en cuenta las comunicaciones, transmisiones, obstáculos anti-tanques y minas, defensa contra gases de combate e inundaciones de la zona de retaguardia (se sugiere la posibilidad de inundar la zona de retaguardia perteneciente a la cuenca del río Oyarzun). Así como planes de destrucciones, cuya misión es la de retardar y evitar la marcha del enemigo. Y una serie de destrucciones estratégicas (puentes internacionales sobre el Bidasoa, túneles ferroviarios de Gaintxurizketa, etc.), dejando para los directores de cada trabajo las de carácter táctico, tales como cortes de carreteras, demolición de edificaciones y tendidos eléctricos, etc. Por lo general, los nidos y los refugios únicamente dejaban ver exteriormente sus aspilleras o cañoneras, estando el resto de su superficie cubierto de tierra, sobre la que crecía la vegetación propia de la zona.
Hacia 1940 participaron en la fortificación fronteriza y en la construcción de carreteras militares, aproximadamente, 6.800 hombres vinculados a los BBTT, en su mayor parte ex-combatientes republicanos. Tras la disolución de los BBTT en 1940 fueron sustituidos por los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores (BDST). De agosto de 1944 data la Instrucción C-15, que es la que fijará la Organización Defensiva de los Pirineos, dando lugar a la que es conocida como Línea P. Aún cuando ya ha quedado claro que la fortificación Vallespín fue formulada cronológicamente cinco años antes que la Línea P, esta última reutilizó a partir de 1944 sus emplazamientos, si bien asignó una sola arma a cada subelemento, que se instalaría en aquel nido que ofreciera mejores condiciones de fuego en cada circunstancia. Esto ocurrió también en Gaintxurizketa, en cuyos alrededores convivieron elementos de ambas “pulsaciones fortificadoras”.

Grado de protección legal:

Sin protección específica

Estado de conservación:

Aunque la mayor parte de las obras fueron desprovistas con el tiempo de los cierres, se han conservado en estado aceptable. De hecho hasta la década de 1980 fueron inspeccionados por el Ejército. Por lo general, solo los revestimientos interiores de madera desaparecieron total o parcialmente. Sería preciso sumar el depósito de suciedad y de tierra, así como el efecto de las filtraciones de agua en un entorno en el que no se realizan labores de limpieza y mantenimiento. La fortificación fue diseñada para pasar desapercibida y el crecimiento de la vegetación, tras años de abandono, ha hecho el resto, de forma que las únicas partes visibles están cubiertas por zonas de bosque y las aspilleras parcialmente cegadas por acumulación de tierra. La mayor parte de las fortificaciones se conservaron en estado aceptable hasta el año 2006. Los trabajos de desdoblamiento de la carretera N-I a su paso por el alto de Gaintxurizketa, provocaron la destrucción total o parcial de algunas obras.

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Situación

Motivos de inclusión y retirada

Motivos de inclusión:

08 noviembre, 2022

Estado de abandono y deterioro del conjunto.

Noticias y/o bibliografía

Bibliografía

Sáez García, J. A. La fortificación Vallespín en Guipúzcoa (1939-1940), Instituto Geográfico Vasco, Donostia, 2010


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