El Barranco fue convertido en huertos por los musulmanes, con terrazas de huertas escalonadas en la falda de la pendiente de La Cortada de la Muela. Hicieron acequias de riego por ambas márgenes y numerosas albercas o balsas, sistema de caudales que aún sigue en funcionamiento. Además existen numerosas pozas o remansos profundos de aguas cristalinas y varias cascadas. Entre ellas sobresale, a un kilómetro de la población, la de El Corbinet, con gran playa a sus pies y con su propio manantial. En el centro del valle se eleva el castillo musulmán de Ruaya, construido en tapial, que se encargaba de controlar el tránsito de las sendas que se dirigían a las localidades del Valle de Ayora y junto a él, un despoblado morisco. Estas históricas huertas de montaña (en el corazón de los montes ibéricos, entre la costa valenciana y la Mancha albacetense) se han mantenido intactas hasta empezar el actual siglo XXI. Durante muchos siglos se ha mantenido su uso agrícola; de moros pasó a moriscos y, de éstos, a los repobladores cristianos que los barones de Cortes de Pallás, Señores del lugar, acomodaron tras la expulsión de los moriscos, quienes, en el momento de la sublevación, encontraron en la localidad y su entorno un refugio inexpugnable donde permanecieron al frente del legendario jefe Texexí hasta que fueron dominados. Durante el siglo XX, el paisaje permaneció intocado por el abandono de los cultivos pues sus propietarios pasaron a trabajar en las obras de Hidroeléctrica en la zona. La bonanza socioeconómica el pueblo, (casi mil personas censadas, con pleno empleo gracias a la explotación eléctrica) ha llevado a los antiguos propietarios de parcelas de huerta a construir de forma incontrolada, todo tipo de casitas de campo, casetas y chamizos, casi chabolas, que están destrozando el entorno histórico-natural. Este paisaje que ha permanecido cientos de años intacto, hoy está siendo destruido sin el menor control público.
La Barbulla es un largo, amplio y profundo barranco donde nace el gan manantial de San Vicent. cuenta con numerosas pozas o remansos profundos de aguas cristalinas y varias cascadas. Entre ellas sobresale, a un kilómetro de la población, la de El Corbinet, con gran playa a sus pies y con su propio manantial. En el centro del valle se eleva el castillo musulmán de Ruaya, construido en tapial.
Sin protección específica
En degradación estética por multitud de construcciones incontroladas.
Construcciones individuales, desordenadas y caprichosas, de casetas de aperos, chabolas, chamizos, ”chalecitos de veraneo” y otras edificaciones en las antiguas parcelas de las huertas. Todo ello sin el menor control de los poderes públicos.
Enlaces:
Tres reflexiones sobre la expulsión de los moriscos, Ayuntamiento de Cortes de Pallás.eu
Cortes de Pallás, Wikipedia