Las primeras noticias que tenemos de la iglesia de San Miguel se remontan a una referencia sobre la «parrochial del barrio de Tauanera» en las Cofradías de la Santa Veracruz y San Sebastián, del lugar de Tabanera barrio de la villa de Castrojeriz, del licenciado Felipe de Obregún, visitador general del arzobispado de Burgos, de fecha 29 de octubre de 1602. Según textos de la época, doña Isabel de Padilla mandó levantar de nuevo la iglesia en 1607 por haberse caído y ser fundación de sus antepasados, reutilizando las piedras de la iglesia primitiva. La reconstrucción de la fábrica de la iglesia cumplió su destino de parroquia con dignidad, a juzgar por el contenido de la visita que a ella realizaron responsables eclesiásticos el primero de abril de 1714. Según lo reflejado en los archivos de la iglesia parroquial, durante el siglo XIX, se mantuvo un uso continuado de la misma. Así se llega al año 1910, en el que «por arreglar las campanas» se abonan dieciocho pesetas. No se tienen noticias hasta el robo que sufrió la iglesia en 1965, entrando entonces en un proceso de desmantelamiento del que queda constancia escrita en el Libro de Cuentas hasta 1970. El altar mayor fue trasladado a Burgos y las campanas de la torre, a Villasilos.
De la primitiva iglesia, se conserva el primer cuerpo de la torre, de planta cuadrada. Está provista de huecos, se cubre con cúpula apuntada y fue construida con sillares de granito bien aparejados, lo que sitúa su construcción a finales del siglo XIII. De la misma época es la portada de ingreso a la iglesia. Debió ser en un principio una iglesia románica para cuya sacristía se utilizó el espacio libre de la torre. La relación espacial entre la entrada y la torre, hace pensar que la iglesia primitiva contaba con más de una nave. La cabecera de la iglesia es de fábrica posterior, así como parte de la fachada lateral izquierda y la fachada lateral derecha, en la que se advierte con claridad un muro suplementado. Una primera reconstrucción debió efectuarse a finales del siglo XV, a juzgar por la tracería de las bóvedas que cubren los tres tramos de la actual nave central y los dos laterales situados a su derecha. Asimismo, se puede deducir que la iglesia sufrió modificaciones y arreglos en los siglos XVI y XVII.
Sin protección específica
El estado de conservación de sus fachadas y de la torre es aceptable, aunque presentan grandes grietas. Sin embargo, el interior se encuentra en un estado deplorable, habiendo sido desmantelada, vandalizada y expoliada, como se comprueba por la desaparición de algunas de las losas de enterramientos. Su estado es de total abandono y en ruina progresiva.
Degradación progresiva. Más hundimientos. Expolio de sillares y otros elementos. Vandalismo.
2018
El Patrimonio burgalés en peligro VI: Iglesia de San Miguel de Tábara. Burgos conecta, 8 de julio
Bibliografía
Cervera Vera, Luis; Iglesia de San Miguel en el despoblado burgalés de Tabanera, Institución Fernán González, 1982