La iglesia de san Pedro del antiguo núcleo de Carrascalejo de Huebra (hoy conocido como “Carrascalejo Viejo”, tras haberse creado en 1961 una localidad a un kilómetro con el mismo nombre de “Carrascalejo de Huebra” por el Instituto Nacional de Colonización), tiene sus orígenes constructivos en la Alta Edad Media, época en la que fue creada la localidad dentro de los procesos repobladores emprendidos por los reyes leoneses en el Campo Charro. En el siglo XIX, Pascual Madoz señalaba que la iglesia de Carrascalejo era aneja a la de Anaya de Huebra, siendo su párroco el mismo que desarrollaba los oficios en la iglesia de san Pedro de Carrascalejo, y que esta localidad contaba con 46 habitantes; citaba además, que el cementerio de Carrascalejo se hallaba contiguo a la iglesia de san Pedro. El monumento fue abandonado tras despoblarse la localidad a mediados del siglo XX, tras la expropiación de los terrenos en que se ubicaba por parte del Estado en 1955 para crear un pueblo nuevo de colonización.
La iglesia de san Pedro se ubica en la localidad deshabitada conocida actualmente como “Carrascalejo Viejo” (originalmente denominado “Carrascalejo de Huebra”), cercano a la ribera del río Huebra, en el municipio salmantino de La Sagrada. El monumento posee planta rectangular, destacando en su estructura la espadaña de dos arcos. Además, en su cabecera se puede observar como anexo el recinto del antiguo cementerio de la localidad.
Sin protección específica
Se encuentra en un estado de ruina progresiva, habiendo perdido parte de su estructura, como la portada, la mayor parte del muro en que se ubicaba, así como la techumbre. Por otro lado, al hallarse todo el monumento a la intemperie, su estado va empeorando con el paso del tiempo, con las grietas y pérdida de material constructivo avanzando progresivamente, estando en riesgo la propia estructura del monumento.
Riesgo de ruina total del monumento.
Enlaces
Carrascalejo Viejo, Wikipedia.
Bibliografía
Madoz, Pascual. Diccionario geográfico-estadístico-historico de España y sus posesiones de ultramar. Tomo V. Establecimiento tipográfico de P. Madoz y L. Sagasti. Madrid, 1846, pp; 611.