La localidad de Robres del Castillo aparece señalada en la documentación a mediados del siglo XII, momento en el que monarca Alfonso VII entrega este lugar a los señores de Cameros, aunque un año más tarde, la villa será entregada al monasterio de San Prudencio de Monte Laturce. Su importancia se mantendrá hasta finales de siglo, cuando la localidad quede en manos de Guillermo de Mendoza, que en su vejez se retirará al monasterio de San Prudencio. En el siglo XIV, de nuevo aparecen otros señores de Robres, la Familia Lezana, que mantendrán la propiedad hasta el siglo XIX, cuando será retirado el señorío.
La localidad queda dividida por el río Jubera en dos barrios o núcleos; el bajo y en la actualidad habitado, que contaba con la parroquia de San Miguel, y el de Santa María, ubicado en la zona alta, a la derecha del río que los separa, al cual pertenecía esta iglesia y el palacio. La duplicidad de parroquias aparece ya en el siglo XIII, manteniéndose así durante muchos años, hasta que, en 1867, la parroquia de Santa María es absorbida por la de San Miguel, provocando el progresivo abandono de la misma.
Se trata de una iglesia parroquial construida en sillería y sillarejo en el siglo XIII que responde a una tipología de nave tardorrománica pensada para cubrirse con una bóveda de cañón apuntado, espadaña en el hastial oeste de la misma época y cabecera más moderna, esquema que se repite con variantes en otras iglesias de La Rioja Baja.
La iglesia está formada por una única nave de planta cuadrada de tres tramos cubierta por una bóveda de cañón apuntado sostenida por arcos fajones, también apuntados.
Presenta una cabecera realizada en época posterior, siglo XVI, con planta rectangular y una división interna de la misma en dos tramos que quedan separados a su vez por un gran arco apuntado. En el primero de ellos se observa una cubierta con bóveda de crucería de terceletes.
En el interior, la estructura está recubierta con varias capas de yeso y presenta en el lado norte de la cabecera inscripciones posteriores, se observa también un escudo cuarteado en cruz de cuatro fajas y de bandas con cordura de cadenas, pintado en el siglo XVII. Por su parte, el segundo tramo era de nave única con al menos tres arcos fajones apuntados.
En el exterior, la iglesia cuenta con una espadaña añadida a la construcción original en el siglo XVI, con dos huecos de campana de medio punto. Este añadido provocaba la prolongación del hastial hacia el sur y así conseguía cerrar lo que originalmente era un pequeño camposanto, cuyos restos se conservan actualmente.
Sin protección específica
La construcción religiosa cuenta únicamente con una reforma realizada en el siglo XVI, momento en el que se añade la cabecera y la espadaña, el resto de espacios arquitectónicos proceden de la iglesia medieval original del siglo XIII.
En la actualidad, únicamente queda en pie el primero de los tramos, correspondiente al altar, pues la última traza de la bóveda de cañón se derrumbó en el 2020 tras una gran tormenta. La vegetación se está adueñando de manera progresiva del lugar, creciendo sobre los muros de la iglesia, aumentando el peso en sus partes más delicadas y favoreciendo la aparición de derrumbes. Además, las inscripciones empiezan a desprenderse con el desvanecimiento del yeso sobre el cual están realizadas.
La iglesia de Santa María de Robres, al igual que otras tantas del entorno recogen los inicios del gótico en esta zona de La Rioja, manteniendo aún elementos y formas constructivas de tiempos previos. Además, el desprendimiento de la bóveda agudizó el riesgo de derrumbe completo y de pérdida del bien.
2022
La larga lista del patrimonio riojano en peligro de desaparición. Rioja 2, 14 de junio.
2020
Ruina sobre ruina en Robres del Castillo. La Rioja, 27 de abril.
Enlaces
Iglesia de Santa María de Robres del Castillo. Patrimonio olvidado de La Rioja, 7 de noviembre.
Bibliografía
Rodríguez, M., Robres del Castillo, La Rioja: enciclopedia del Románico, 2008, 545 – 552.