La Casa de Velasco es un linaje nobiliario español que perteneció a la alta nobleza y que gozó de un inmenso poder en Castilla desde mediados del siglo XIV hasta finales del XV. En 1345, doña Sancha Carrillo, descendiente de la Casa real de Castilla y viuda de Sancho Sánchez de Velasco, apodera a su hijo Fernán Sánchez de Velasco para que cambie en trueque el Monasterio de San Juan de Río en Valdeporres, villa de las Rozas, por una serie de posesiones en la Rioja. Así es como los Velasco se hacen con las primeras posesiones en Valdeporres.
En 1401, Juan de Velasco, nieto de Fernán, cede a su hermano mayor Sancho Sánchez de Velasco las posesiones de Valdeporres y se convierte en el I Señor de La Revilla, estableciéndose junto con su mujer María Estíbaliz de Butrón en Valdeporres. Poco después, en 1433, Fernán Sánchez de Velasco, hijo de Sancho y II Señor de La Revilla, construye el cercado de piedra de sillería que delimitará el recinto de la Casa. Por otro lado, establece la Iglesia de La Revilla como lugar de asentamiento de los Señores, llegando a enterrarse 6 de ellos, desde el I Señor hasta el VIII (los VI y VII no están enterrados aquí).
Años más tarde, en 1588, Pedro de Velasco y Hurtado de Mendoza, VIII Señor de La Revilla comenzó la rehabilitación de la Iglesia, el Palacio, el cercado de sillería y el patio de armas. Diez años más tarde, inacabadas las obras, Pedro muere y es el último Señor de La Revilla en ser enterrado en la Iglesia. Tras el fallecimiento, su hijo Alfonso de Velasco y Salinas, IX Señor y I Conde de La Revilla continuará las obras, que finalizaron en 1610.
Concluidas las obras, el complejo de la Casa de La Revilla adquirió su estado actual, delimitado mediante un cercado de sillería de piedra, que tenía como objetivo proteger el Palacio y la Iglesia, que se encontraban en su interior. Estos edificios eran colindantes, compartiendo una de sus fachadas. Tras la muerte de Alfonso de Velasco y Salinas en 1620, los Condes ya no vivirán en Valdeporres, dejando la Casa de La Revilla en manos de su administrador.
En 1679 una inmensa nevada destrozó una pared del Palacio y parte del muro de la Iglesia, siendo rehabilitado de inmediato por el Administrador. Ya en 1893 el Palacio se encontraba en estado de ruina, no así Iglesia, que continuó cumpliendo las funciones litúrgicas del pueblo de Rozas hasta que quedara en desuso en 1972, momento en el que comienza su rápido deterioro hasta el día de hoy.
Cabe puntualizar que La Revilla fue siempre una de las principales casas de la familia Velasco en su expansión por el Reino de Castilla desde el llamado Ducado de Cantabria. Los Velasco de la Casa de La Revilla siempre ejercieron cargos de la mayor confianza real, por lo tanto, la Casa de La Revilla fue durante generaciones Casa de militares al servicio del Rey.
La Iglesia es sin duda el elemento que mejor se conserva del complejo debido a que, a diferencia del Palacio, solamente lleva en desuso alrededor de 40 años. Está construida en su totalidad de sillería de piedra; piedra que actualmente no es fácil de distinguir por la abundante vegetación que pone en duda la estabilidad de sus gruesos muros.
La entrada al templo está constituida por un arco románico de medio punto que todavía conserva la carpintería original. La puerta es de madera con herrajes de hierro forjado y aún se puede ver un tono verde pálido en la parte exterior.
La Iglesia tiene una única nave de dos cuerpos rectangulares: el primero y el más alto, es el que corresponde a la torre del campanario, al cual le sigue otro cuerpo también rectangular pero de menos altura, donde se sitúa la nave principal de la Iglesia.
El interior nos da la oportunidad de descubrir más información de la que nos aporta el exterior. Nada más entrar se encontraba la pila bautismal de piedra, que ha sido derribada y rota en varios fragmentos. La pila de agua bendita se conserva intacta pues fue tallada directamente sobre el muro de la Iglesia.
Esta zona está cubierta mediante una bóveda de sillería de piedra, sobre la cual se encuentra el coro, que es la parte que mejor se conserva de todo el templo gracias a que se encuentra resguardado bajo la torre, la cual conserva su cubierta. Aquí se puede ver cómo las paredes de la iglesia estaban pintadas en blanco y decoradas con motivos azules. Toda esta zona contaba con luz natural gracias a un gran óculo situado sobre la puerta principal, el cual no se distingue desde el exterior debido a la vegetación. Desde esta zona también se podía acceder a la torre del campanario, de hecho, actualmente, todavía siguen en pie parte de las escaleras de madera que daban acceso a esta zona privilegiada.
La cubierta de la nave está derrumbada casi en su totalidad, si bien se siguen distinguiendo cuatro capillas laterales decoradas con arcos de medio punto. La capilla mayor se encuentra en el ábside del templo, siendo de planta semicircular y acabada en un arco de medio punto.
En la zona del altar mayor se encuentran los Escudos de Armas de los primeros Señores de La Revilla y sus esposas.
El Palacio, por su parte, era almenado y contaba con una fuerte Torre. Aunque sepamos que esta información es verídica, es difícil imaginarse como debió de ser esta edificación, ya que actualmente solamente quedan en pie escasos restos de los muros de sillería de piedra que conformaban el Palacio.
Todo el complejo de la Casa de La Revilla estaba protegido por un imponente muro de sillería de piedra que todavía se mantiene en pie, dándonos pistas de la gran importancia que tuvo la Casa en sus días de esplendor. El Patio de Armas se encontraba en frente del Palacio y era cuadrado. Aquí el muro de sillería tenía dos torres redondas en las esquinas que aún se distinguen.
Sin protección específica
Actualmente el complejo se encuentra en estado de abandono total.
La iglesia aún conserva los muros de piedra en su totalidad, pero la cubierta está prácticamente derruida; es por ello que su estado de deterioro avanza de manera irrevocable. No corrió la misma suerte el Palacio, ya que actualmente sólo quedan en pie algunos restos del perímetro de lo que fue la morada de los Señores de La Revilla.
El cercado de sillería de piedra sigue en pie y en buen estado en varios de sus tramos, aunque la naturaleza lo cubra casi en su totalidad en la mayoría de ellos.
Estado de abandono total y ruina de todo el complejo.
Enlaces
Tras los muros de la Iglesia de Rozas. Arquitectura sin memoria. Maider Beldarrain Calderón.
El Sepulcro de la iglesia de Barrio de Díaz Ruíz. Tierras de Burgos.
Bibliografía
De Arróspide y Ruiz de Arana, Francisco. La Casa de La Revilla. Siete siglos al servicio de la monarquía española. Hidalguía. Año LVI. Num 332