Mas de Sant Miquel d'Espinalvà

PATRIMONIO CIVIL, Conjuntos históricos

Información general

Historia:

Situada en la Sierra de Espinalbar, nombre derivado de: espino albar, arbusto abundante que florece en mayo, época en la que era tradicional que gente de la población de Valderrobres fuese en romería hasta la ermita de Sant Miquel, mientras todo el pueblo adornaba sus balcones con caracoles. Esta romería se realizó hasta las guerras carlistas en el siglo XIX, tras las que se recuperó entre 1939 y los años 60 cuando una tormenta de granizo dejó el templo nuevamente en mal estado.

La ermita es de origen medieval, atestiguada ya en el siglo XIV, reparada en el siglo XVI y nuevamente en el siglo XVII tras un incendio. Fue lugar de refugio y centro de mando carlista en el siglo XIX y habitada por varias decenas de personas de distintas familias hasta mediados del siglo XX. Los maquis dañaron mucho el lugar debido a la orden que tuvieron sus vecinos en la posguerra de pernoctar en el pueblo, tras lo que muchos de sus habitantes habituales decidieron no volver al levantarse la orden.

Descripción:

El conjunto está formado por la ermita, dos masías, corrales, dos eras y un pajar. El conjunto edificado consta de un bloque compacto en forma de U con un espacio central a modo de patio y distribuidor. En el punto más elevado estaba Sant Miquel.

La fachada principal cuenta con una portada de acceso al interior del conjunto formada por un amplio arco de medio punto sobre el que se eleva una espadaña. La ermita es una sencilla construcción de planta rectangular, realizada en mampostería revocada con barro y cubierta con una techumbre de teja a dos aguas, que se encuentra hundida en la actualidad. A los pies, se eleva todavía un coro alto muy deteriorado, sobre forjado de madera y con jácena frontal también de madera. Las dos masías presentan características constructivas similares con una planta rectangular en dos pisos de altura y diversas construcciones auxiliares adosadas.

Grado de protección legal:

Sin protección específica

Estado de conservación:

Pésimo. Los dueños de la gran masía han intentado a lo largo de los años conservar ciertas partes de una forma más o menos adecuada, pero la mayor parte de la misma es insegura y está cada vez en peor estado. En 1988 se hundió el tejado de la ermita y su coro, aún resistente en parte, está a punto de derrumbarse.