Molino de la Ciudad

PATRIMONIO INDUSTRIAL, Patrimonio industrial

Información general

Historia:

Se trata de uno de los últimos molinos de la ciudad de Orihuela que todavía quedan en pie. Su construcción es de finales del XIX y principios del XX. Se construyó sobre otro molino datado en el siglo XVII. Recordemos que desde el siglo XIV está documentada la presencia de molinos en la ciudad de Orihuela, siendo uno de los elementos más característicos de su típico paisaje urbano y de su rica huerta. En cuanto al Molino de la Ciudad, su actividad se centraba en la fabricación de harina y pimiento molido. Años después fue transformado en «fábrica de la luz», seña que todavía puede verse en su fachada, al estar junto al río y poder aprovechar toda la energía del cauce del Segura en la transformación de esta energía. En la actualidad el molino se encuentra en manos privadas, aunque es una concesión administrativa de la Confederación Hidrográfica del Segura.

Descripción:

Se trata de un gigantesco molino harinero, transformado después en fábrica de luz, situado en el antiguo cauce del río Segura, en el corazón de la huerta del término municipal de la ciudad de Orihuela. Además, forma parte de  un interesante conjunto comprendido por un azud, que elevaba el caudal del río para introducirlo en los interiores del molino y un puente de sillería que conectaba con la otra orilla del río, que junto con el molino muestran un interesante ejemplo de patrimonio industrial de finales del XIX y principios del XX.

El edificio fue construido sobre la base de un molino anterior, conservando un perfecto estado la sala de molienda con seis muelas. El azud para la toma de aguas del molino es de sección escalonada y mide unos 45 m. de longitud. El puente es de sillería de seis ojos, formado por arcos rebajados, presenta tajamares y espolones de planta triangular.

Grado de protección legal:

Sin protección específica

Estado de conservación:

Hace muchos años que el molino se encuentra abandonado, en estado de ruina, y sus cubiertas y partes de su fachada que están junto al río amenazan con derrumbarse. El mobiliario ha sido saqueado y ha quedado a merced de cualquier vándalo. Los azudes y el puente de sillería aunque están tapados con cañas se encuentran en un buen estado de conservación, aunque necesitarían ser reformados.