Los molinos salineros son menos abundantes que los molinos de cereal o agua existentes en el Campo de Cartagena y diferentes tanto en tamaño como en maquinaria. Tres molinos salineros pero con diferentes funciones se encuentran en la zona de Veneziola, muy próximos entre sí, cuyo origen se data en el año 1824. Los molinos salineros del Mar Menor, de los que solo se conserva el cuerpo cilíndrico, realizaban el triturado de los terrones de sal extraídos de las salinas, o bien, impulsaban el agua hasta las balsas de decantación en las que se dejaba evaporar para poder obtener la sal, como es el caso del molino mejor conservado, situado junto a los canales, en el que aún podemos contemplar su chapitel y parte de la maquinaria.
Los molinos salineros permanecen como testigos de la importancia económica que tuvo la industria y el comercio de la sal en la comarca. Otros molinos salineros y los últimos en construirse los encontramos en la playa de la Mota: el “molino de Quintín”, al principio de la playa de la Mota, y el “molino de la Calcetera” al final del paseo de la playa. La introducción de sistemas modernos en el trabajo del tratamiento de la sal hizo que se abandonaran estos antiguos sistemas, quedando hoy exclusivamente como reclamo turístico.
El molino salinero rondaba una altura entre 8 y 12 metros y una planta circular con un diámetro de entre 6 y 10 metros. A su tejado se le llama chapitel y sus aspas medían entre 10 y 14 metros, y sobre ellas se ataban las velas que tenían forma latina, como las barcas de los pescadores de la zona, lo que constituye una de sus características más llamativas.
Los molinos salineros de Veneziola son tres molinos salineros abandonados que aportan valor al patrimonio histórico regional, pues en la zona norte de La Manga se ubicaba antiguamente un complejo salinero, del que los únicos restos que quedan son las torres de estos molinos y algunas piezas de la instalación de maquinaria abandonada.
Los dos molinos situados más cerca del Mediterráneo se utilizaban para el triturado de la sal, y el tercero para la elevación de agua salada y su conducción a las salinas. El molino de Veneziola que aún muestra su chapitel y parte de su maquinaria fue construido muy cerca del mar para facilitar el trasvase de agua, e impulsarla hasta las balsas de detección, donde se dejaba evaporar para así obtener la sal. Este molino no presenta a lo largo del cuerpo las típicas ventanas, apareciendo en cambio una única abertura en la cara frontal que constituía la puerta de ingreso a la maquinaria, que originariamente debió ser de madera y de la que tan sólo ha quedado el marco.
BIC - Bien de Interés Cultural por la Ley 4/2007 de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia.
En ruinas, tan solo se conservan las torres y en uno de los molinos parte de las aspas y maquinaria antigua. La torre de mampostería y su puerta de acceso con el dintel de madera se conservan relativamente bien, no así la estructura interior de madera que sujetaba el piso de arriba.
Se trata de un patrimonio con mucho valor histórico que se encuentra en ruinas y en riesgo de desaparecer.
Enlaces:
Molinos de viento en La Manga del Mar Menor. Mar Menor Mar Mayor
Molinos de Veneziola. All you need in Murcia
Molino salinero de Veneziola. Turismo San Javier