Monasterio de San Jerónimo de Guisando

PATRIMONIO RELIGIOSO, Conventos y monasterios

Información general

Historia:

El Monasterio de Guisando es uno de los primeros monasterios fundados en la Península Ibérica por la orden de los Jerónimos. Fundado en 1375, se encuentra ubicado en el cerro de Guisando, muy cerca de los verracos arqueológicos. El primer incendio tuvo lugar en 1546 y destruyó totalmente el primer monasterio rural, lo que dio lugar a que en tiempos de Felipe II se ampliara y reformara, creándose un segundo claustro de estilo gótico isabelino y una iglesia ejecutada por Pedro de Tolosa. Desde entonces y hasta el siglo XVIII, el monasterio pasó por su periodo de mayor esplendor. Más adelante, durante la ocupación francesa a principios del XIX, sufrió un segundo incendio, y fueron los frailes que lo habitaban quienes se encargaron de consolidarlo, hasta que tuvieron que abandonarlo tras la desamortización de mediados del XIX. Por él pasaron reyes como Juan I y Felipe II, santos como Teresa de Jesús, y nobles como Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba.

Posteriormente, al pasar a manos privadas, a finales del XIX y principios del XX fue utilizado como casa-palacio y finca de recreo y también en esa época se hicieron varias reformas. A finales del siglo XX tuvo lugar el tercer y último incendio. Desde entonces, hasta el día de hoy, se han realizado varias actuaciones de consolidación de las ruinas y conservación de los jardines, así como una labor de sensibilización e interpretación del conjunto histórico-artístico.

Descripción:

Actualmente quedan varios edificios en el conjunto que se pueden visitar: la iglesia, el claustro, los jardines románticos y la ermita de San Miguel de estilo neoclásico y que se encuentra a media ladera.

La iglesia es en forma de cruz latina, con la cabeza semioctogonal, tres pequeñas capillas en la nave y coro partiendo en altura su mitad posterior. Su aparejo es de granito, esbelta de proporciones, con pilastras toscanas y sencillas. La cúpula (de la cual solo quedan los arranques de las pechinas) y las arruinadas bóvedas son de ladrillo tabicado.

Sobresale el claustro, con dos pisos de arcos rebajados o escarzanos sobre sencillas columnas que junto a la capilla gótica es lo único que se conserva.

Grado de protección legal:

BIC - En la categoría de Paraje Pintoresco, No sólo el edifico está declarado sino que también su entorno se encuentra protegido.

Estado de conservación:

En ruinas, comido por la maleza en gran parte. Se encuentra cerrado al público salvo con visitas concertadas.