Monasterio de Santa Marí­a de Rioseco

PATRIMONIO RELIGIOSO, Conventos y monasterios

Información general

Historia:

Su primer establecimiento fue en Quintanajuar, entre Cernégula y Masa. En 1135, Alfonso VII, el Emperador, entregó el monasterio de Quintanajuar al monje Cristóbal, sobre el que los estudiosos no se ponen de acuerdo en si era ya un monje del Cister. El rey Alfonso VIII deseando pacificar la frontera de Castilla con Navarra, ofrece donaciones a los monjes de Quintanajuar si se trasladan a San Cipriano Montes de Oca en La Rioja, lugar al que van en 1184. Montes de Oca no les gusta, por lo que en los años siguientes fueron adquiriendo -bien mediante donaciones o mediante compras- terrenos en el Valle de Manzanedo. En 1204 los monjes se mudan a Rioseco, sin comunicárselo al Capítulo General de la Orden y con el desagrado del rey. Por esta decisión el abad fue destituido. No se ubicaron en la actual localización sino junto a un arroyo que nace en Fuente Humorera. En 1221, la comunidad compró a los Velasco, señores de Medina de Pomar, un extenso solar donde ubicaron en 1236 el nuevo y definitivo monasterio.

En el siglo XIV, Rioseco formaría uno de los más potentes patrimonios económicos de los cistercienses castellanos. Seguirían años de penuria y crisis a mediados del s. XV y años de crecimiento como en el s. XVII. Desde 1808 a 1809 los invasores franceses embargaron buena parte de los granos almacenados y desde este último año hasta el 29 de junio de 1814, los monjes tuvieron que exclaustrarse. Con la vuelta de Fernando VII a España pudieron regresar a Rioseco. Durante el Trienio Liberal (1820-1823) de nuevo fueron exclaustrados. El 29 de octubre de 1820, «los comisarios del gobierno revolucionario tomaron posesión de este monasterio». En pública subasta celebrada en Villarcayo, serían vendidos buena parte de sus bienes.  Tras el fin de la revuelta liberal, una nueva orden de Fernando VII  les devolverá el monasterio a los monjes. En 1835 la ley desamortizadora de Mendizábal puso fin a la vida monástica en Rioseco. El 6 de noviembre de 1835 se procedió a la subasta del monasterio que quedó desierta. El monasterio fue abandonado. En parte se aprovechó por la gente del lugar como almacén, parroquia y cementerio. En 1855, a falta de licitantes, Francisco Arquiaga, comisario provincial de la subasta, adquirió aquella belleza inútil y desolada. Arquiaga cedió el templo para el culto al arzobispado de Burgos. Estaba magníficamente equipado: retablos, cuadros, órgano, pila bautismal, etc. Su nieta Margarita Arquiaga lo donó a dicho arzobispado. Ya estaba en muy malas condiciones. Desde ese momento aumentó el expolio, el saqueo y la degradación. Sirva el dato de que algunas de las estatuas de santos de la orden que coronaban una de las paredes se utilizaron de relleno cuando se construyó la cercana presa del Ebro.

Descripción:

Se encuentra situado al comienzo del valle de Manzanedo, en una altura que domina al Ebro. El monasterio tiene tres etapas constructivas bien diferenciadas.

Período de creación, o cisterciense: Se sitúa entre los siglos XIII-XIV. De esta época es la iglesia del monasterio. En este primer momento existió un claustro y una sala capitular diferentes a las que conocemos hoy en día.

Periodo renacentista: Siglo XVI. Fue un periodo de florecimiento económico del monasterio por lo que se emprendió un importante número de obras. Entre ellas el comienzo de la sala capitular y alguna otra dependencia, así como la contratación de la obra del claustro y sus trazas con Juan de Naveda.

Periodo barroco: Siglos XVII y XVIII. Se construyó el claustro que hoy subsiste y buena parte de las dependencias.

Grado de protección legal:

Incoado BIC en el BOCyL de 11 de julio de 2017

Intervenciones:

2016. En agosto se desarrolló, como cada año, la “VI Semana del voluntariado del monasterio de Rioseco”. Unas 150 personas se unieron para levantar muros caídos, quitar maleza, escombro y hacer más accesible el monasterio para los visitantes. También se acondicionó la Sala Capitular como espacio de recepción de visitantes, el 40% costeado con la solidaridad de los visitantes y el 60% restante por SODEBUR, la Diputación de Burgos y CEDER Merindades.

A finales de año se terminó la reconstrucción del muro exterior del monasterio y comenzaron las obras de la cubierta de la capilla de Santiago.

2015. Se realizó el Proyecto del Plan Director para la recuperación del monasterio, y se formaron grupos de trabajo de miembros del colectivo Salvemos Rioseco para la realización del Proyecto Sociocultural del Monasterio 2015-2020. En la Semana del Voluntariado se desarrolló cata arqueológica en el claustro de la hospedería, limpieza del exterior del monasterio, así como del claustro de la hospedería y de las huertas, arreglo del muro de entrada y pintura de la valla.

2014. se limpiaron las canalizaciones de agua, consiguiendo que el agua llegase de nuevo al monasterio. Se desescombró, llegando al suelo original del monasterio en la Panda de la Cilla y bajado todo el claustro a su nivel original, se consolidaron los arcos de la panda de la iglesia y de la Cilla. Todos los gastos de las semanas del voluntariado han sido sufragados con los donativos conseguidos por la parroquia por medio de las visitas guiadas.

2013. Se desarrolló la III Semana del Voluntariado en la que continuaron los trabajos de recuperación del claustro, se puso techumbre al horno, se limpiaron las huertas y la acequia, y se trajo de Burgos la lápida de D. Cristóbal Varona, disponiéndose de nuevo junto a la de su esposa, Dña. Catalina de Murueta. Se consolidaron los arcos del claustro de la panda de la Sala Capitular por una empresa de construcción y restauración. Los costes de la restauración fueron a cargo de la parroquia de Rioseco.

2012. Se llevó a cabo, gracias de nuevo al trabajo del voluntariado, la recuperación del claustro, limpiando las pandas del mismo y retirando la piedra que cubría gran parte de sus arcos, así mismo se colocó parte del suelo de la Sala Capitular. Una empresa profesional realizó la limpieza de esta Sala, financiada con fondos propios del monasterio y con la colaboración de Caja Burgos.

2011. Se realizaron las primeras obras con voluntariado. El objetivo fue la retirada de escombro del interior de la iglesia, así como la colocación de losas, levantamiento de altares y limpieza del exterior de la misma.

2010. Se procedió a la deforestación del monasterio.

2008. Se empezaron a dar los primeros pasos para recuperar el monasterio, que era una ruina sepultada por el olvido.

Estado de conservación:

En ruina aunque conserva varias edificaciones del conjunto monacal. Aún se mantienen en pie los muros de la iglesia, en cuyas bóvedas se conservan restos de la que fue una brillante policromía. También se conserva parte del claustro.