Palacete de Fuente La Higuera

PATRIMONIO CIVIL, Palacios

Información general

Historia:

Se construyó sobre una casa solariega originalmente propiedad del conde de Sástago, que  fue adquirida en 1614 por Francisco Melgares de Aguilar, antepasado de Fabio Carreño Marsilla. Cuando falleció el padre de Fabio en 1920 y éste heredó la finca, decidió construir un palacete sobre la fuente de aguas naturales llamada La Rana. Fabio era un erudito en arte y buscó por toda la geografía española distintos estilos arquitectónicos que pudiera fusionar en su villa de Bullas. Cuando estalló la Guerra Civil y el odio a la burguesía enriquecida, la familia tuvo que huir de la población. La extensa finca, situada a unos seis kilómetros de Bullas, quedó totalmente desprotegida y fue ocupada por el Frente Popular y otros grupos políticos durante los años de contienda. Fabio se separó de su esposa y la casa jamás volvió a ser habitada. Rosario, hija del matrimonio, heredó el palacete y las fincas, vendiéndolas a un grupo inversor. Se llevó como recuerdo una majestuosa «cocineta» de mármol blanco.

Descripción:

El palacete de la familia Carreño fue construido entre los años 1922 y 1924. Se trata de una residencia unifamiliar situada en un entorno natural, de estilo ecléctico, donde combinan elementos clásicos y orientalizantes. Consta de dos alturas. El acceso principal se realiza a través de una portada dividida en tres ejes siendo el principal un arco de medio punto de estilo neorrenacentista con alegorías de la agricultura en relieve a ambos lados y una inscripción en el segundo cuerpo. Todo el conjunto está rodeado con un alto muro de sillar poligonal y garitas en las esquinas que le confieren un aspecto defensivo. Tiene un jardín actualmente en estado lamentable, donde Fabio hizo instalar numerosas fuentes y lagos artificiales dándole un cierto aire tropical, queriendo cautivar no solo la vista sino también el olfato y el oído. Además  hizo traer numerosos animales para hacer más creíble ese oasis dentro de la aridez de la tierra murciana. Quienes conocieron la vivienda en funcionamiento aún recuerdan los cristales de Bohemia, porcelanas de Sajonia, maderas nobles y mármoles de Carrara, hasta la comodidad más avanzada de la época, ya que la casa tenía cuartos de aseo con retrete, calefacción central y un sistema de aislamiento térmico en las paredes, revestidas por la forja artesanal en los ventanales de la planta baja, así como en las balconadas de la planta primera y los torreones, culminados con tejas vidriadas de origen sevillano.

Grado de protección legal:

BIC - En la categoría de Monumento, con fecha 14 de febrero de 1996.

Intervenciones:

Octubre 2015. De acuerdo y en colaboración con la Jefatura de Servicio de Patrimonio Histórico de la Región de Murcia, informamos sobre las actuaciones del Gobierno murciano sobre el palacete:

Se requirió a la propiedad sobre adopción de medidas de conservación preventiva en 2014. Pendiente de nueva revisión.

Estado de conservación:

Deshabitado. Durante la década de los ochenta, la finca sufrió su mayor expolio con la desaparición de todos los apliques, puertas, ventanas, vidrieras, la escalera principal y las figuras de los torreones, que eran una alegoría a las estaciones del año. En varias ocasiones se ha hablado de su restauración integral ligada a un ambicioso proyecto urbanístico. Se ha reclamado en distintas ocasiones la restauración del palacete y su disfrute por parte de todos los vecinos del municipio.