También es conocido como Torre del Marqués de Villasante. Fue construido a finales del siglo XVI por orden de Miguel de los Santos Teijeiro y Juana de Tapia y Meléndez, segundos marqueses de Villasante y condes de Valdeláguila. El edificio perteneció a esta familia hasta 1874, año en el que el marqués de Villasante, Vicente Tejero y Tapia, fue desterrado a Portugal por participar en la tercera guerra carlista.
Excelente ejemplo de palacio renacentista, conocido popularmente como «La Fonda».
El palacio, de dos plantas y sótano, consta de dos alas perpendiculares unidas mediante un magnífico y original torreón. Su material constructivo es, principalmente, el ladrillo mudéjar unido con argamasa de cal y arena, con algunos paños de mortero de cal y otros de piedra caliza irregular, conocida localmente como rajuela, utilizada en la cimentación y, seguramente, para aligerar peso en los muros.
La torre es lo más notable y llamativo del palacio y, seguramente, la parte que ha sufrido menos transformaciones y que, por tanto, presenta una estructura similar a la de sus inicios a finales del siglo XVI. Es de planta rectangular de cuatro alturas desde el nivel de la calle, cinco si contamos el sótano, cuyo último piso es un original mirador abierto por graciosos arcos de ladrillo y columnas de granito en tres de sus caras, ya que la cuarta cara está tapada por una escaleta exterior que da acceso a las diferentes plantas de la torre.
Sin protección específica
1910-2007: Estuvo en uso como un establecimiento de hostelería llamado Hostería del Comercio.
2007: La constructora Reydeba compra el edificio para convertirlo en apartamentos. Operación no llevada a cabo.
Abandonado, ruina parcial, con grietas en las fachadas y múltiples goteras.
Hundimiento de las cubiertas y posible derrumbe de los muros si no se consolida.