El palacio fue construido por el Gran Comendador de España y Prior de la Orden de San Juan de Jerusalén, Frey Fernán Pérez Mocejo, en el siglo XIII.
Bajo las viviendas actuales subsisten parte de sus sótanos y también alguno de sus muros integrados en ellas. Se aprecian algunos símbolos sanjuanistas dispersos. En uno de estos muros interiores, de piedra y construidos en talud, se encuentran unas pinturas de excelente factura que por sus motivos deben corresponder a la capilla del palacio. La estancia es un trastero lleno de objetos variopintos y las pinturas están cubiertas de manos de cal.
La propietaria de la vivienda, con buena voluntad pero sin capacidad profesional alguna, ha ido descubriendo parte de ellas. Parecen ser una Cruxifixión, en la que por ahora se puede apreciar el rostro de un santo, probablemente un San Juan, enmarcada por cenefas rectangulares de color negro. Entre marco y marco aparecen adornos vegetales y geométricos. Es una de las escasas muestras de la pintura del siglo XII en la región castellano-manchega. Ningún organismo público ni Academia ha mostrado interés por estos restos a pesar de haber sido informados. Parte de las cuevas han sido destruidas para cimentar nuevas viviendas.
Sin protección específica
Restos insertos en casas particulares. Pinturas en gran parte bajo la cal y otra parte descubierta por mano inadecuada no profesional.
Nuevas construcciones sin excavación arqueológica que destruyen los sótanos y cimientos del palacio. Pinturas en riesgo de desaparición.