El paredón de la Torre de San Telmo

PATRIMONIO MILITAR, Torres exentas

Información general

Historia:

La Torre de San Telmo -o Torre de Tagle- fue una antigua atalaya medieval que sirvió de observatorio y punto de referencia para los navíos, así como de bastión y defensa contra las invasiones.

En referencia a sus orígenes, ya en 1632, según refiere el historiador Javier Ortiz Real, se tiene conocimiento de una Cédula Real en la que se señala dicha «Mota Justa» como uno de los sitios que conforman el complejo defensivo costero. El nombre de Mota Justa le viene dado al lugar por la situación elevada en que está ubicada la torre medieval, pues «mota» significa «eminencia de poca altura». Desde antiguo, a esta mota se la ha denominado como atalaya de San Telmo. El nombre de San Telmo ha convivido con el de Santa Justa desde la época medieval, al atribuirse a San Telmo un milagro por el cual salvó a varios pescadores del naufragio en esta costa, cuando se dirigían en peregrinación a Santiago de Compostela.

A pesar de haber sido utilizado durante un largo periodo, en la actualidad, la Torre de San Telmo ya no cuenta con ningún uso, encontrándose abandonada y en estado de deterioro.

Descripción:

Se trata de la ruina de una antigua atalaya medieval que fue realizada en piedra y que data del siglo XV. Está situada sobre un acantilado junto a la Playa de Santa Justa, en Ubiarco. En el acantilado en el que se encuentra, también se alza la Ermita de Santa Justa.

En la actualidad, la estructura -originalmente de planta cuadrada- consta tan solo de dos paredes, que se posicionan formando un ángulo de 90°; cada una de ellas conserva, en la parte inferior, el hueco de una ventana.

Grado de protección legal:

BIC

Intervenciones:

2020: En diciembre, los tremendos vientos del temporal que azota la costa, derribaron parte de uno de los muros de la torre de San Telmo en Ubiarco.

Estado de conservación:

El paredón se encuentra en un estado ruinoso. Sólo se mantienen en pie algunas partes de dos de las paredes del edificio originario, conservando los huecos de dos ventanas. Las paredes que se conservan tienen grietas cada vez mayores y comienzan a desprenderse piedras en ambos paramentos.