En el año 1592 Juana Piquer realizó la donación de sus tierras y alquería a la orden carmelita para que pudiera fundar un convento en Vila-real (Villarreal). Más tarde, la villa cedió a los carmelitas la ermita de San Blas y Santa Bárbara para que sirviera de iglesia al convento, que en un principio debió ser muy modesto.
A mediados del siglo XVII la ermita fue derribada y se construyó una nueva iglesia, que es en esencia la que hoy podemos contemplar, obra del arquitecto vila-realense Joan Ibáñez, quien dejó su impronta en diversas construcciones de Vila-real, Castellón, Nules y Tortosa. En su ornamentación intervinieron varios artistas, entre los cuales se encontraría Vicente Gosalbo, el mejor representante de la pintura barroca en tierras del norte del País Valenciano y cuyas pinturas han sido confundidas con las de Francisco Ribalta y, más recientemente, con las de Urbano Fos.
La orden carmelita fue la primera propietaria del convento desde su fundación en 1592 hasta la época de la exclaustración. Más tarde se compró el edificio y fue cedido a la orden franciscana, actual propietaria.
La iglesia y el claustro son atribuibles al maestro de obras vila-realense Joan Ibáñez. La iglesia es de una nave con capillas entre contrafuertes y crucero coronado con cúpula de tejas árabes sobre tambor. Las pinturas murales, realizadas al fresco, representan diversos episodios relacionados con la orden carmelita. En sus pechinas de diseño triangular se representan la aparición de Jesús a santa Teresa, la transverberación, san José con el niño y la ascensión al cielo de san Elías. Han sido atribuidas por Joan Damià Bautista a Vicente Gosalbo y probablemente se hicieron entre 1660 y 1680, una vez terminada la iglesia.
Sin protección específica
Su estado de conservación es muy deficiente. Se han perdido por desprendimiento diversas zonas de pintura y el resto corre el mismo peligro de desaparición definitiva. En 1998 un partido político con representación municipal propuso su restauración por parte del Servicio de Restauración de la Diputación de Castellón, pero sin éxito.
Su elevado nivel de calidad y su pésimo estado de conservación.
Bibliografía:
Bautista i García, J. D., «El pintor Vicent Gosalbo», Estudis Castellonencs, Castelló, 1999, pp. 95-117.
Bautista i García, J. D., “Les pintures als carcanyols de l´església del Carme”, Cadafal, Vila-real, 1984, pp. 49-53.
Bautista i García, J. D., Pintors i pintures a Vila-real, Diputació de Castelló, 1987, pp.81-82.
Traver García, B., Historia de Villarreal, Imprenta Botella, Vila-real, 1909, pp. 379-390.