Las preceptorías surgieron para tomar el testigo dejado por los poderosos monasterios leoneses una vez desaparecidos o abocados a una existencia languideciente, muy alejada de su antiguo papel como centros estelares —y casi únicos— de estudio, formación y producciones artísticas y económicas desde el medievo. Entre ellos los de San Pedro de Eslonza, San Miguel de Escalada, Santa María de Sandoval, San Claudio de León, San Benito de Sahagún, Trianos y, Santiago de Valdavida. Las Catedras o preceptorias eran verdaderos centros de enseñanza, en medio del pueblo y para el pueblo, de donde salieron numerosas vocaciones sacerdotales y también para otras artes y letras, a lo largo del siglo pasado, sobre todo. De aquellas aulas, más bien pobres, salieron hombres ilustres que luego habrían de desempeñar altos cargos en la sociedad y en la Iglesia. Tendríamos que citar, a modo de ejemplo, las Preceptorías de Morgovejo, Lois, Vidanes, Valdavida, Otero de las Dueñas etc. Tres obispos dio el pueblo, don Francisco y don Juan Manuel R. Castañón y don Antonio Alvarez Acevedo, y a ellos, junto con el citado don Jerónimo. En el año 1701 D. Pedro Rodríguez Castañón funda la escuela para niños pobres, y en 1740 D. Jerónimo Rodríguez Castañón la preceptoría de Lois, aunque la enseñanza no comenzaría hasta cuatro años después. La importancia de la cátedra de Lois fue tal, que en sus dos siglos largos de vida fue conocida como ‘la Universidad de la Montaña’. Los alumnos, generalmente hijos de labradores de pueblos montañeses, ingresaban a partir de 8 años y se hospedaban en casas del lugar donde, además de habitación, el ama les preparaba la comida con las viandas que periódicamente enviaban las familias. En esta Institución la enseñanza era muy dura y la disciplina excesivamente severa, pero esta oportunidad se entendía como un auténtico privilegio por parte de los estudiantes. Algunos de sus alumnos lograron puestos de importancia en la jerarquía eclesiástica, otros fueron médicos, escritores, abogados… Algunos siguieron siendo labradores, pero con conocimiento del latín. Según Marta Prieto, autora del libro Lois. La Cátedra de la Montaña, explica que en el memorial escrito de puño y letra del fundador, Jerónimo Rodríguez Castañón, el 14 de julio de 1738, se establece cómo habría de ser esa cátedra o estudio de latinidad. «En el punto 12 indica claramente que el preceptor encargado de la misma tenía la obligación de vivir en Lois y por esa razón él dotaría a la fundación de una casa específica allí mismo, porque, dice, ‘si no, no la hay ni la encontrará’».
«Sabemos que la casa había sido comenzada en vida de Jerónimo Rodríguez —prosigue Marta Prieto—, pero a a su muerte, el 12 de septiembre de 1742, no se había concluido aunque se hallaba muy adelantada. Cuando sus testamentarios otorgan la escritura de constitución de la fundación (el 27 de marzo de 1744), ya estaba terminada y amueblada. Mencionan lo que ha costado 16.504 reales y en esa cantidad se incluyen ‘los trastos de madera ejecutados para los estudios y el preceptor’»
El edificio es una de las cátedras más antiguas de la provincia junto a la de Valdavida. En su versión de lugar de estudio para futuros sacerdotes, permaneció activa hasta los años cincuenta, y desde entonces tuvo varios usos, tales como teleclub, biblioteca y casa parroquial.
Desde el año 2017 es de titularidad municipal.
Reproduce Prieto las características que debía reunir: «Y ha de ser una casa al modo del país, con un cuarto para el maestro, otro por si tiene un huésped, otra pieza para la enseñanza de los muchachos que tenga la capacidad necesaria para los que pueda tener, y demás oficinas necesarias de cocina, caballeriza o establo, como allá se llama». Y continúa: «Suplico al Concejo y lugar de Lois se sirva conceder el sitio para fabricar dicha casa en lugar cómodo y que asistan a acarrear los necesarios materiales para ella dando las canteras y la leña y madera necesaria de sus montes…».
El edificio tiene una sólida arquitectura, tan representativa del estilo comarcal, con gruesos muros cortafuegos y galería tendida entre ellos.
Sin protección específica
2021 Terminan las actuaciones de restauración y la preceptoría pasa a la Lista Verde del patrimonio recuperado.
El edificio de la Cátedra presenta en nuestros días un aspecto muy deteriorado, el tejado esta en muy mal estado y parte de la galería se ha desprendido.
Se han llevado a cabo las siguiente actuaciones gracias a una inversión de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura y Turismo de Castilla y León: restauración de la armadura de cubierta y del tejado del edificio, con sustitución de las piezas estructurales principales, consolidación estructural de la alfarjía intermedia de la crujía oriental y reposición de la carpintería exterior de la galería meridional de la crujía meridional, y de su alfarjía.
Deterioro progresivo y riesgo de derrumbe.
2020
La Cátedra de Latín de Lois recupera su esplendor. Diario de Valderrueda, 14 de noviembre
Concluye la consolidación de la Cátedra de Latín de Lois tras una inversión de 268.000 euros. Ileón, 12 de noviembre
Lois arranca la recuperación de la mitad de su leyenda, la cátedra. La Nueva Crónica, 6 de enero
2015
La cátedra en la que roncó Felipe III. Diario de León, 19 de febrero