Presa del molino armero de Olabarrena

PATRIMONIO INDUSTRIAL, Patrimonio industrial

Información general

Historia:

Durante los siglos XVI a XIX se desarrolló en el valle del Deba una iniciativa pionera en Euskal Herria hasta la Revolución Industrial propiamente dicha: la Fábrica de armas portátiles de fuego y blancas de guerra de la villa de Plazencia. Dependiendo de la época, dio trabajo de mil a dos mil armeros, y durante trescientos años fue la mayor empresa del País Vasco.
Uno de los vestigios más patentes de esta gran empresa es la presa del molino armero de Olabarrena.
Este molino se construyó en 1534 entre el concejo y dos mercaderes, Juan García de Uribarri y Pero Pérez de Arregia, en la orilla izquierda del río Deba. A finales del siglo XVI el comerciante Dionisio Adame de Arregia se hizo con la propiedad de todo el molino.
La instalación funcionaba como molino (tres ruedas) y ferrería sotil (cuatro ruedas). Y sobre la presa se construyó una pasarela de madera apoyada en cuatro grandes pilares de piedra.
A finales del siglo XV comenzó la fabricación de armas portátiles de fuego en el valle del Deba, destacando los armeros de Soraluze-Placencia (desde entonces Placencia de las Armas). El nuevo negocio provocó una reconversión de molinos y ferrerías en barrenas buscando una mayor rentabilidad, y Olabarrena quedó durante muchos años como la única ferrería de Soraluze, aunque algunas ruedas se dedicaron a barrenar.
En 1573 todos los maestros armeros de la localidad se unieron organizando un holding: Fábrica de armas portátiles de fuego y blancas de guerra de la villa de Plazencia, pudiendo así acceder directamente a los grandes clientes (básicamente, los ejércitos castellanos) en ventajosas condiciones. De hecho, se convirtió prácticamente en un monopolio, ya que ese mismo año el rey Felipe II, que ya tenía una oficina de compras en la localidad, la elevó a Reales Fábricas de armas de Guipúzcoa y Vizcaya.
En la parte productiva, los maestros armeros formaron una densa red de talleres particulares (entre ellos Olabarrena) organizada en cinco gremios (cañonistas, llaveros, cajeros, aparejeros y bayoneteros) y tres niveles (aprendices, oficiales y maestros).
El molino armero de Olabarrena continuó barrenando arcabuces, transformando tochos (ferrería sotil) y moliendo cereales. Incluso una de sus ruedas funcionó como batán hacia 1560. A fines del siglo XVII se reconvirtió totalmente a barrena (de ahí su nombre: Olabarrena).
La riada de 1834 arrasó el molino y rompió la presa. En 1848 el Cuerpo Nacional de Artillería compró el molino y eliminó las piedras de moler cereales.
El fin del monopolio armero y del sistema gremial (1865) coincidió con cambios tecnológicos en el producto (armas de retrocarga, más sencillas de producir) y en el proceso (comienzos de la máquina herramienta).
Abandonada la armería, la empresa eibarresa Orbea lo adquirió en 1905, reconvirtiéndolo en central eléctrica.

Descripción:

Uno de los molinos armeros más antiguos de Soraluze-Placencia de las Armas es el de Olabarrena.
Se construyó en 1536 en la margen izquierda del río Deba. Con un canal de entrada de unos 50 metros, el agua alimentaba siete ruedas que, además de barrenar cañones de armas de fuego, se utilizaron para moler cereales, como ferrería y como batán. Un canal de salida de unos 30 metros devolvía las aguas al río Deba.
La presa tiene unos 40 metros de largo y más de 2 metros de altura. Junto a Igareta, también en Soraluze, es una de las mayores presas de esa época conservadas en la cuenca del río Deba y, posiblemente, del País Vasco.
Se completaba con un puente construido directamente sobre la propia presa. Las bases de este puente, de piedra, se han conservado hasta la década de 1970, quedando todavía vestigios
La presa genera aguas arriba una lámina de agua de unos 350 metros, creando durante los últimos 500 años un paisaje fluvial armero en pleno casco urbano de Soraluze.

Grado de protección legal:

Declarado por el Gobierno Vasco zona de presunción arqueológica. Igualmente, tanto el molino como la presa de Olabarrena están incluidos en el Catálogo de bienes culturales de protección básica del P.G.O.U. de Soraluze Desde principios de 2024 los Ayuntamientos tienen competencias para “desproteger” los bienes culturares de protección básica, lo que es el caso de la presa del molino armero de Olabarrena.

Estado de conservación:

Se conserva la presa completa, de unos 50 metros de largo y más de 2 metros de altura. Los pilares del puente coetáneo se derribaron a fines de la década de 1970, quedando vestigios de su arranque. La riada de 1834 abrió uno de los paramentos entre pilares que fue reparado posteriormente.
Del canal de entrada, se conservan 15 metros abovedados bajo una edificación del siglo XIX. Y otros 10 metros del canal de salida, éstos en mal estado.