La Real Fábrica de Artillería de La Cavada fue una de las instalaciones fabriles más importantes de España en la Edad Moderna. Desarrolló su labor entre 1622 y 1835 produciendo artillería y munición de hierro para abastecer a todo el imperio español.
Aunque la mayoría de las construcciones fabriles han desaparecido, como es el caso de los hornos, debido a que su cantería fue reutilizada en construcciones particulares, actualmente se conservan diversas estructuras y edificaciones del antiguo complejo fabril:
El puente de acceso al recinto sobre el río Miera, levantado en el siglo XVII y muy reformado por la ampliación hecha en los últimos años.
Restos de la cerca del complejo industrial, aprox. unos 3 m. de altura por 0,6 m. de anchura.
La portada monumental de entrada en honor a Carlos III, que constituye uno de los tres accesos al recinto o edificios de viviendas donde se alojaban los operarios. Se conservan dos manzanas de planta rectangular en las que la mayoría de las casas se encuentran parcialmente reformadas (de algunas solo se conserva la estructura y otras están muy degradadas), aunque conservando su fisonomía original.
El almacén general de carpintería y almacén de leña constituyó, durante la época de funcionamiento de la fábrica, uno de los elementos principales de la misma dado que en ellos se almacenaban gran parte de los elementos que permitían la fabricación y posterior montaje de los cañones. Se trata de dos edificios de planta rectangular, dispuestos en hilera, realizados en piedra de sillería, con cubierta a dos aguas. Han sido muy reformados conservándose escasos elementos originales, especialmente en el primero de ellos, actualmente convertido en carnicería.
Los túneles del canal y el de los talleres.
- Retenes levantados en el cauce para agrupar la madera, construidos a bases de cantos y mortero. Existieron al menos cinco que originalmente tendrían un entablado de madera en su parte superior a modo de puente.
- Los contrafuertes y paramentos sobre el río que servían de estructura defensiva y protegían las avenidas, túneles, restos de presa y canales.
El gran canal, del que se conserva una parte importante del mismo, aunque rellenado. Se observa su huella en las praderías, por lo que parte de su trazado puede seguirse. En otros puntos el mismo ha desaparecido por la construcción de una fábrica y de varias viviendas.
El Palacio, muy transformado por la división en diferentes viviendas.
La capilla de Santa Bárbara, igualmente muy transformada por ser en la actualidad una vivienda, aunque se conserva la planimetría. Está compuesta por una sola nave rectangular y un ábside semicircular que al exterior se decora con un frontón triangular con un óculo.
BIC - con categoría de Lugar Cultural (Sitio Histórico), 1 de abril de 2004.
Deterioro progresivo. Destrucción del entorno inmediato y demolición de infraestructuras. Proyecto destrucción de los canales y almacenes. Falta de mantenimiento y concienciación.
Deterioro progresivo. Destrucción del entorno inmediato y demolición de infraestructuras. Proyecto destrucción de los canales y almacenes. Falta de mantenimiento y concienciación.
Enlaces:
Patrimonio Industrial de Cantabria.
Pecios de la Arquitectura Montañesa.
Bibliografía:
ALCALÁ-ZAMORA y QUEIPO DE LLANO, J. Historia De Una Empresa Siderúrgica Española: Los Altos Hornos De Liérganes y La Cavada, 1622-1834. Santander, Diputación Provincial de Santander, Institución Cultural de Cantabria, Centro de Estudios Montañeses, 1974.
MAZA USLÉ, J.M. Museo de la Real Fábrica de Artilleria de La Cavada, Asociación de Amigos, La Real Fábrica De Artillería De La Cavada: Liérganes, La Cavada, Valdelazón. Santander, Estudio, 2007.