Sanatorio de Cesuras

PATRIMONIO CIVIL, Edificios singulares

Información general

Historia:

Se trata de un interesante edificio de estilo modernista proyectado entre los años 1922 y 1924 por el arquitecto Antonio González Villar. No se terminó la obra paralizándose en el año 1931. De la idea inicial sólo llegó a iniciarse un primer módulo que hoy se conserva en estado ruinoso. La falta de recursos económicos dio al traste con el proyecto después de la Guerra Civil.

Construido en una época en que la tuberculosis provocaba una preocupante mortandad en nuestro país, se situó en un sitio saludable, en medio de uno de los bosques de pino y eucalipto más frondosos de toda Galicia.

Descripción:

Previsto como sanatorio tuberculoso, el edificio se emplazó en este lugar por su altitud y clima sano.

La planta baja es un compendio de diferentes estancias de muy diverso tamaño repartidas a lo largo de un pasillo que recorre todo el edificio de lado a lado. Al final de la planta baja, hay otro largo pasillo que recorre también todo el edificio del que nacen diversas pequeñas estancias sin ventanas, muy oscuras y deterioradas. Justo al final del pasillo central de entrada, se ubican las escaleras, estrechas y muy deterioradas, para subir a las siguientes plantas.

Las siguientes plantas, también se dividen en diversas estancias de tamaños y formas diferentes. En la fachada principal hay unos grandes que dejan ver toda la zona de entrada, mientras que por la parte trasera, se tiene acceso al bosque.

Grado de protección legal:

Sin protección específica

Intervenciones:

2013: Proyecto de rehabilitación del sanatorio de Cesuras para convertirlo en centro de día y geriátrico, valorado en más de dos millones de euros. No se ha llevado a cabo.

Estado de conservación:

Abandonado y en ruinas. El edificio se encuentra en un estado más que lamentable, conservándose únicamente la fachada exterior y los muros del interior. Escaleras y techumbres están prácticamente derruidas. El musgo y las enredaderas se están comiendo literalmente la fachada del edificio, haciendo que su visión sea poco a poco cada vez más reducida.