El origen de esta ciudad hispanorromana se remonta a la era neolítica, cuando grupos no establecidos sobre ninguna comarca, buscaron asentarse definitivamente. El actual Cerro del Castillón, en la Depresión Antequerana, poseía un aspecto piramidal, un clima y unas expectativas productivas muy prósperas para un futuro poblamiento. De esta forma, a lo largo del tiempo han vivido distintos moradores en esta zona, llegándose a convertir en un importante oppidum ibérico en el siglo V a.C.
Con la llegada de los romanos, la población indígena quedó asimilada. En este momento se adaptaron y reforzaron las antiguas murallas del recinto fortificado y, a partir de época Flavia, se produce una ocupación intensiva de todo el territorio, dando lugar a la gran transformación de la urbe. En época del emperador Vespasiano, se le otorgará a la ciudad la condición de civitas libera dotándola, así, de autonomía legislativa y financiera.
El paisaje de Singilia Barba está formado por amplias extensiones de cereal y colmado con densas manchas de olivar, donde quedaban asentadas las villas rústicas dedicadas a su producción. Actualmente, la mayor parte del yacimiento está enterrado, pero están visibles parte de las gradas superiores del teatro romano. Asimismo, hay restos de sillares por todo el espacio.
La ciudad cuenta con calles de gran anchura y aceras porticadas. Su trazado es octogonal, distribuido en manzanas rectangulares de distinto tamaño. El final de la calzada era el foro, punto de reunión de todo ciudadano romano, situado en la zona norte del cerro, sobre una enorme plaza rectangular pavimentada con empedrado irregular.
BIC - Bien de interés cultural
El conjunto arqueológico se encuentra en estado total de abandono.
Estado de abandono. Importancia del yacimiento romano, con 2000 años de historia.
2020
El último misterio de Singilia Barba, El Sol de Antequera. 24 de agosto.
Enlaces
Singilia Barba, Legión Novena Hispana.