Torre del Águila

PATRIMONIO MILITAR, Torres exentas

Información general

Historia:

La Torre del Águila es una torre de vigilancia que está a unos 7 kilómetros del pueblo. Aparece citada en el reordenamiento de Alfonso XI (Ortiz de Zúñiga, pág. 114, tomo 2, edic. 1998), en 1348. Al frente se encontraba un alcaide, nombrado y pagado por el Concejo de Sevilla (a principios del siglo XV este alcaide cobraba entre 1.000 y 3.000 maravedíes anuales, pagados a final del verano). Además el Ayuntamiento hispalense se encargaba de la defensa del lugar (por ej., 200 maravedíes en 1402 para arreglar unas puertas de la torre) y del abastecimiento militar (en 1406 se llevaron al alcaide escudos, ballestas y 500 flechas). Unos 24 hombres se encargaban de la defensa. Su alcaide fue autorizado a explotar las tierras circundantes, por lo que cabe pensar que hubo un intento de repoblar, bajo la protección de la torre, una zona en aquellos tiempos enclavada en plena Banda Morisca, donde las aceifas por parte de los musulmanes procedentes de Ronda eran constantes. En la documentación donde se la menciona a lo largo del siglo XV, constan abundantes envíos de armas y bastimentos, así como de dinero para su mantenimiento, lo que demuestra la importancia estratégica del enclave. La torre se asienta sobre los restos de la antigua ciudad romana de Siarum, que se extiende hasta el poblado de la Cañada.

Descripción:

Se trata de una recia torre cuadrada con muros de más de un metro de espesor construida con grandes sillares. El acceso se hace a través de una  puerta baja adintelada, orientada al oeste, que muestra indicios de haber sido tapiada en otra época. La torre tiene dos plantas y en el centro de la misma un amplio agujero que comunica al exterior, como si se tratase del clásico impluvium de las casas romanas. A la derecha de la entrada se abre una estrecha escalera de gastados y resbaladizos escalones. Los primeros peldaños de la misma han desaparecido. Al mirar al techo, se ven dos magníficas cúpulas sobre pechinas realmente imponentes. La bóveda está casi destruida. A nivel de la primera planta hay una aspillera por lado, así como restos de matacanes en cada uno de sus flancos en la azotea. Al ser la cámara-vivienda del alcaide y por ello más confortable en teoría, disponía de tragaluces. Actualmente está desmochada, no quedando restos de almenado ni del parapeto. Existen restos de un aljibe medieval anexo a la torre. Algunos sillares, al norte y al sur, conservan las marcas de cantero.

Grado de protección legal:

BIC

Estado de conservación:

En ruina. Desmochada, han robado bloques de piedra de la fachada principal y de la portada. La bóveda está casi destruida. El interior está sucio y lleno de pintadas