Su construcción se puede fechar en 1554 y con un estilo cercano al del arte de Miguel de Espinosa, que por aquellos años labraba la fachada meridional del templo de Santiago de Rioseco, donde se observan evidentes analogías en el tratamiento de los relieves.
A finales del siglo XIX la iglesia aún conservaba el culto, pero en los años 40 del siglo XX se decidió desarmarla a pesar de encontrarse en perfecto estado y ser utilizada para actos litúrgicos en determinadas ocasiones, para emplear algunos de sus elementos en otros lugares. El retablo mayor de estilo barroco se llevó a la catedral de Santander, donde fue cortado, dorado y se cambiaron las imágenes (san Juan Bautista, san Zacarías, santa Isabel, san Joaquín y santa Ana) por otras que convenían a la devoción del lugar y que hoy ocupan el altar mayor de dicha catedral.
Actualmente se conserva la portada renacentista formada por un arco de medio punto, decorado en las enjutas con dos medallones de la Virgen con el niño y de san Juan Bautista con el Cordero de Dios, flanqueado por columnas estriadas sobre altos plintos; entablamiento con ángeles, y frontón triangular, en cuyo centro se halla la figura del Padre Eterno, en actitud de bendecir. El cronista Andrés García Pérez la describe con las siguientes palabras: «Ostenta una torre de piedra blanca, una graciosa portada de estilo jónico y un artesonado techo sobre cuatro pesados arcos de medio punto que se apoyan en el centro de la iglesia en dos pilares cilíndricos, relativamente tan delgados, que a primera vista parece, que no sostienen, sino que cuelgan de dichos arcos».
También se mantienen en pie los restos de la torre cuadrada de piedra, incluido el husillo interior de acceso que muestra una similitud estilística, gracias a los baquetones de los huecos y los boceles de separación de los pisos, con la torre de Santa María de Mediavilla de Medina de Rioseco, fechándose en el segundo cuarto del siglo XVI. Y parte del muro de cierre de la nave norte, la del Evangelio, en el que se abre un nicho y hasta hace poco se mostraba decorado con yeserías, un frontón con unas figuras con túnica en relieve y que en la actualidad se han terminado de perder.
La documentación histórica señala la enorme cantidad de problemas que tuvo la construcción, consecuencia de la fragilidad de la cimentación y el material empleado en su levantamiento.
Sin protección específica
Estado de ruina y posible caída de lo que queda de la torre.
Riesgo de derrumbe de los restos de la torre y pérdida de la portada renacentista.
2014
La torre herida por la ruina El día de Valladolid 11 de julio
Enlaces
Ruinas de la Iglesia de San Juan Bautista Arte y patrimonio
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