Torres y lienzos de la muralla almohade

PATRIMONIO CIVIL, Murallas

Información general

Historia:

La construcción de la muralla corresponde a la civilización almohade (1185-1214), muestra de ello es la utilización de tapial y  las características arquitectónicas de carácter defensivo, pues se trataba de una población estratégica que controlaba el paso al valle del Guadalquivir. Parte de esa muralla fue recubierta con sillería en el siglo XV. Cuando el crecimiento de la ciudad superó el recinto intramuros, se construyeron calles a lo largo de las murallas y comenzaron a adosarse algunas casas. De estas murallas, que llegaron a ostentar unos 1470 metros de longitud articulados en 48 torreones más 4 torres ochavadas y una torre albarrana con sus fosos y terraplenes, sólo se ha conservado un exiguo 5% del perímetro original.

Descripción:

El perímetro de sus murallas tenía forma trapezoidal. Llegó a tener hasta 12 puertas, que en época almohade eran entre 7 y 9. El conjunto de la fortificación agrupaba 48 torreones, 4 torres ochavadas más distantes entre sí frente el río, una torre albarrana, antemuro, terraplén y fosos. Por la parte que da al río, tuvo un alcázar o palacio fortificado, que había desaparecido por completo en el siglo XVII. Este ejercería una función de refuerzo a las murallas de la población y controlaba los pasos a la ciudad por la parte norte.

En la actualidad se conservan: el Torreón de Tavira y el Torreón de Fuente Sorda (remodelados en época cristiana), un lienzo de 5 metros (que linda con la antigua carretera Madrid-Cádiz y con las calles Muralla y Ronda de Muralla), el Torreón de Don Gome y el Torreón Silera, y restos del Torreón del Hoyo en la calle del Hoyo.

Grado de protección legal:

BIC - Inscrito como Bien de Interés Cultural con la tipología de Monumento (BOE 29/06/1985).

Estado de conservación:

En peligro por la falta de mantenimiento y por una restauración con ladrillo contemporáneo que, al desprenderse por la humedad y los efectos del tiempo, se lleva el material original del calicanto que conforma el recinto defensivo, produciendo grietas y el desprendimiento de material. Además, la existencia de unas cocheras privadas, que están adosadas a los muros de la muralla, impiden comprender el alcance histórico y patrimonial que tiene este monumento.