La Lista Roja de Hispania Nostra es una herramienta de participación social creada con el fin de dar a conocer, sensibilizar y actuar sobre los elementos patrimoniales del territorio español en riesgo de desaparición
Es una llamada a la acción para, evitar que nuestra herencia se pierda y pase a la Lista Negra, y, por el contrario, se recupere y forme parte de la Lista Verde.
¿Qué es?
Hispania Nostra puso en marcha en 2007 la Lista Roja con el objetivo de ofrecer a la sociedad un cauce de participación en la defensa, conservación y mejora de su patrimonio cultural y natural y hacer visibles todos aquellos bienes en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.
Cualquier persona o asociación pueden solicitar la inclusión de un bien en la Lista Roja, cumplimentando la ficha que figura en la página web: https://listaroja.hispanianostra.org/nueva-ficha/ si consideran que se encuentra amenazada la integridad de dicho bien.
A partir de ahí, el Comité Científico de Hispania Nostra analiza las denuncias y solicita cuanta información complementaria juzga necesario a las administraciones competentes, a la propiedad, a otras instituciones, a los delegados de zona de Hispania Nostra, etc. Una vez revisada toda la información el Comité Científico decide la inclusión en la Lista Roja cuando existe riesgo cierto de pérdida de los valores del bien, y si se considera que no existe ese riesgo, se desestima su inclusión.
La Lista Roja de Hispania Nostra quiere ser, por tanto, el proyecto común de una sociedad que valora su Historia y que está plenamente comprometida con la conservación de su patrimonio como testigo físico de aquella, de una sociedad que considera la educación como la mejor garantía para su conservación y enriquecimiento como una parte esencial de nuestro yo, de nuestras raíces, de lo que somos como sociedad y, sobre todo, como personas.
En Hispania Nostra estamos convencidos de que la conservación del patrimonio a largo plazo requiere el firme compromiso de toda la sociedad, de los profesionales del sector, de los educadores, de las familias y de los medios de comunicación, llamados a jugar un papel esencial en la divulgación de nuestro patrimonio cultural, porque el patrimonio constituye en sí mismo una magnífica herramienta para educar, no solo en conocimientos sino sobre todo en valores, enseñando a respetar lo que nos rodea, a valorar y apreciar al diferente, desarrollando el espíritu colaborativo que como seres humanos llevamos impreso en nuestro ADN.
Por ello, Hispania Nostra nos propone trabajar todos juntos para detener y monitorizar los procesos de deterioro, en aquellos bienes que puedan estar en peligro, hasta que dispongamos de los recursos necesarios para abordar su restauración con las necesarias garantías.
El patrimonio cultural nos une y nos hace mejores, protejámoslo.
¿Por qué?
A lo largo del tiempo los seres humanos hemos creado todo tipo de objetos, levantado construcciones con los más diversos fines y modelado nuestro marco de relaciones a través de ceremonias y rituales. Todo ello forma parte del patrimonio cultural de la humanidad y constituye un legado que trasciende razas, credos e ideologías, que a todos representa y a todos pertenece.
Ese patrimonio es fiel reflejo del largo camino que hemos recorrido, de nuestra historia, la universal, la de cada país, la de cada grupo social y está lleno de creaciones sorprendentes y de pérdidas irreparables que le han ido dando forma a lo largo de los siglos, ofreciéndonos un vívido retrato de la sociedad que lo creó e, igualmente, de aquella otra que lo destruyó. Ese patrimonio, el que aún se conserva y también el que se ha perdido, nos permite conocer mejor nuestro pasado y nos ayuda a interpretar las claves del presente.
España atesora un patrimonio cultural importante, testigo material de las gentes que han habitado durante milenios estas tierras y del que debemos sentirnos orgullosos, pero cuya conservación entraña una gran responsabilidad que no puede, ni debe, quedar circunscrita al ámbito de estudiosos, técnicos y políticos, sino que compete al conjunto de la ciudadanía.
En consecuencia, debemos hacer un esfuerzo para conservar todos los elementos que lo integran, considerando sus valores objetivos y, sobre todo, los subjetivos que la sociedad le otorga, de conformidad con el significado más actual de patrimonio. Si nos limitamos a defender lo que en cada momento se considera más relevante estaremos condenando a la desaparición a multitud de elementos de ese patrimonio, como ya ha ocurrido en el pasado reciente y todavía ocurre en nuestros días.